martes

Concurso de relatos "Dar teta es dar vida". Relatos participantes

El olor del amor





Ensimismada, miraba a su hija con un poso de nostalgia, con una sensación de fracaso, de vacío, que no la había abandonado del todo a pesar de los años
La imagen idílica que tenia ante si, era la de su propia hija, amamantando con la misma facilidad que ella siempre habría soñado.
Que suerte poder disfrutar de otro milagro más, además del de la vida. Poder alimentar con tus propios fluidos sabiendo que son la mejor de las medicinas, lo que calma, alimenta y consuela a un hijo, lo que quita molestias y dolores, lo más adecuado, a la temperatura ideal y con la consistencia y enriquecimiento que requiere dia a dia
Momentos de sonrisas de mimos y de relax para los dos. Así había sido desde el nacimiento de este niño que ahora tenía ya un año de vida.
Y Volviendo la vista atrás tenía que comparar dos generaciones tan diferentes culturalmente hablando. Para nada se parecían su propia experiencia con la de su hija.
El niño había aprendido a mamar en sus primeras horas de vida, en las que mamá le ofrecía su pecho sin tapujos, totalmente entregada, sin atender formalidades ni protocolos.
Casi se le escapa una risita cuando llegó a su recuerdo la habitación 210 del hospital donde dio a luz 30 años atrás.

Acostada en su cunita la niña respiraba tranquila. Nadie había aparecido a indicar como se hacía. Ella no se atrevía a preguntar como una cría, aunque a sus 20 años lo era, ni a tomar en sus brazos a la niña como lo estaba deseando por si no estaba permitido o alguien le echaba la bronca. Imaginaba que cuando su hija se despertara ella sabría hacerlo y espero sin cerrar los ojos desde el parto a las 11 de la mañana y durante toda la noche. Sin parar de mirarla por si dejaba de respirar y por admirar esa carita con la que había soñado durante 9 meses.
El biberón del por si acaso, por recomendación popular esperaba en la bolsa con el chupete y la leche en polvo... una tentación en la que era fácil caer ante la duda de si tendría leche suficiente, o si el bebe tenia hambre y aun no había subido la leche . Este detalle hacia abandonar la lactancia con frecuencia.

Los primeros chupetones en el pezón estimulan la subida de la leche , el calostro prepara el estomago del niño, es oro liquido... pero ella no lo sabia y los consejos de las conocidas eran esperar a la subida de la leche
En los tres días de estancia en la clínica había amamantado prácticamente a escondidas.
.algunas visitas se volvían y salían de la habitación mientras ella intentaba alimentar a su hija, otras se quedaban y el momento que debía ser mágico se convertía en un momento tenso, se las ingeniaba para tapar su pecho mientras alimentaba .Al llegar a casa todo será diferente. Menos mal que la niña no tiene ganas de comer apenas- pensaba ella. Y las expertas enfermeras traían el suplemento que en realidad era su comida principal.

Al llegar a casa la cosa tampoco cambio mucho pues por no estar a solas, la suegra la acogía en su casa y de buena fe, le llevaba manzanilla en biberón para los gases, haciendo así, que probase otra manera de succionar diferente que llevarían a abandonar la alimentación natural
Cuantos errores…. Recordaba como a los pocos días el pecho le dolía tanto… como las heridas la hacían sangrar.
Seguramente la niña se agarraba mal, pero ella no sabia apreciar este detalle.
Dijeron que tenía el pezón pequeño y por ese “defecto” a la niña le costaba agarrarlo. No era nada grave pero en esos tiempos cualquier complicación al no tener información ni ayuda era mas que suficiente para llevar al destete.
Cuanto lloro esa tarde en la que no salía ya nada de su pecho. Le habían traído una pezonera para paliar el “problema” Una campana de plástico transparente terminada en una tetina enorme, demasiado grande para la boca de un recién nacido
Poco a poco, en unos días el biberón ganó la batalla.
El bebé agradecido se alimentaba a biberón en los brazos de mamá mientras miraba a sus ojos. También este era un momento mágico sin dolor con tranquilidad, lo mejor que le podía ofrecer, pero no era lo natural y ella lo sabía.
Es lo más cómodo y además sabes cuanto comen y no se quedan con hambre- Tías, vecinas y amigas, repetían la frase convencidas, pero ella sentía que había perdido algo que le había sido concedido en su cuerpo y que debía existir para algo más que para inflar el pecho hasta una supertalla….
Miraba a su nieto, unido a su madre por unos lazos invisibles que nunca jamás se desatarían.
Su hija si había recibido información, ayuda, cariño, consideración... Esto hacia feliz a su madre. Así debería de ser
Ojala -pensaba ella-que todas las madres puedan elegir la mejor opción, pero siendo conscientes de las ventajas que representa la lactancia materna.... Miro a su nieto que había clavado la mirada en ella y sin soltar el pezón de su madre le envió la mejor de las sonrisas . una sonrisa confíada y feliz
mientras sentia el mejor perfume. El olor de mamá. el olor del amor.

V. Galán

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